Esos raros descriptores

El mundo vitivinícola se llenó de nombres locos, colores y excentricidades. A estas etiquetas extravagantes se le sumaron descriptores de vino que supieron llegar a un consumidor que busca más simpleza a la hora de beber.

Los últimos años, las vinotecas se llenaron de nuevas etiquetas bien diferentes. Algunas delirantes, otras de las experiencias de “exprimir piedras” y otras que inventan hasta súper héroes, que obviamente, también tiene sus enemigos.

Pero este boom también llegó hasta el reverso de la botella: Hasta hace poco, al leer la contraetiqueta nos encontramos con descriptores clásicos como fruta madura, frutos rojos, aromas a violetas y ciruelas, o ese final redondo y aterciopelado en boca.

Pero con las nuevas locas etiquetas de nombres osados pareciera que también nació la necesidad de buscar nuevos adjetivos que estén a la altura de estos vinos.

Román Battiato, de la comunidad de “Antigourmet”, responde de forma jocosa e irónica ante la descripción de “Rojo rubí” al definir el color. “Claro… quien no tiene un rubí en su casa para compararlo”.

Sin embargo, este juego de descriptores nuevos muchas veces también necesita explicación. Para entender lo que nos quieren decir se lo preguntamos directamente los propios autores:

Los descriptores de vinos preferidos por los comunicadores

Marcela Rienzo: Sommelier y creadora de Spiritu, kit de aromas.

Descriptor: Jardinero musculoso en cuero.

Siempre digo que los vinos son como las personas porque así encuentro más posibilidades para describirlos. Si un vino es muy intenso, frutal, directo y con cuerpo digo que es como "un jardinero musculoso en cuero". Las chicas sabrán entenderme.

Joe Fernández: Astrólogo, músico y amante del vino.

Descriptores: Escorpiano, capricorneano y acuariano.

Cuando un vino es intenso, apasionado y hasta un poquito salado, porque es picante, porque es sexual, bien escorpiano.

Cuando tiene mucha estructura, con madera y duro por su fuerza, es más capricorneano.

Cuando es divertido y ligero, porque es excéntrico, distinto, un diferente, juguetón y sin estructura, se asemeja más a los acuarianos.

Francisco Rivero Segura: Creador de Logia Petit Verdot y el El Desafío Federal

Descriptor: Pornográfico

Son esos vinos envolventes, muy extrovertidos, que abundan en capas de aromas y sabores, que te dejan siempre con ganas de más.

Diego Migliaro: Bloguero, Mi Lado V

Descriptor: Auto nuevo.

Para describir ese toque de caucho que suelen tener algunos vinos.

Carlos Maraniello: Comunicador del vino

Descriptor: Intelectual.

Es el vino que te hace pensar más allá de lo que es el vino, que te relaciona con la literatura, por ejemplo.

Alejandro Iglesias: Sommelier y uno de los creadores de Vinomanos

Descriptor: Tiza

Es un descriptor sin dudas raro para muchos, principalmente para los más jóvenes que se criaron en colegios donde el pizarrón se escribe con fibrones. Pero lo cierto es que el descriptor en boca es ideal para esos vinos que dejan una sensación secante en paladar, pero a la vez textura polvorienta de grano fino.

Es el efecto de haber borrado alguna vez un pizarrón o que alguien haya golpeado un borrador cerca tuyo. En lo personal es un descriptor que me ayuda a evitar el término "mineral" que siempre se discute. Pero lo cierto es que es la misma sensación que te debe producir pasar la lengua sobre una roca con calcáreo o arcilla en la superficie, una fantasía que aún no cumplí.

Fabricio Portelli: Periodista y sommelier

Descriptor: Austero

Los que hablamos de vinos tenemos la necesidad que la gente nos entienda, y hasta el día de hoy, todos los descriptores suelen referir a otras cosas. Dejando de lado los organolépticos (frutas, especias, flores, ahumados, etc.), están las descriptivos del estilo: redondo, profundo, vertical, voluptuoso, firme, duro, suave, sedoso, etc., etc.

Si vamos a tomar cada uno de esos adjetivos con su significado literal, la comunicación del vino está acabada. Es en este contexto que encontré palabras con las cuales me siento muy cómodo a la hora de describir un vino, y austero es una de ellas.

Lejos de su significado literal (como lo puede ser el de redondo), para mí se trata de un vino de bajo perfil, que primero escucha antes de hablar, que tiene mucho para decir pero no lo suelta en la primera copa.

Una cosa es pobre (sinónimo de austero) y otra cosa es austero. Yo lo uso más como medido, que sabe en qué momento decir la palabra justa, que no exagera y que no quiere nunca llamar la atención, pero que al final de la fiesta, todos van a querer hablar con él.

Por eso, para mi muchos de los grandes vinos argentinos son austeros, aunque es cierto que al Malbec le cueste más que al Cabernet Sauvignon.

Pancho Barreiro: Periodista, creador de Feria de Vinos Orgánicos y Sustentables y de InfoGourmet (que obviamente no se quiso quedar afuera de esta nota).

Descriptor: Ufff

Ese suspiro fuerte que se cuela entre los dientes con los labios casi cerrados y ahí es cuando sale ese “ufff”. Ese mismo sonido que uno hace cuando ve un gol increíble. De esos vinos que al probarlo interrumpen una conversación con el sonido onomatopéyico, y hasta es capaz de hacerte olvidar lo que estabas pensando para sólo retener en los labios el placer de un buen vino.

Y muchas veces, ese “ufff” va acompañado de una buena puteada, como ese caño de Riquelme a Yepes… “que hijo de…”. Sí, sin dudas creo que es el descriptor que más me gusta.

Daniel Rosa: Comunicador del vino

Descriptor: Buenísimo

Un descriptor que no necesita ninguna traducción.

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BONUS TRACK:

Los Antigourmet: Los creadores de esta comunidad no quisieron quedarse afuera y quisieron sumarse con los suyos. Sí, a ellos les gusta la cantidad, así que mandaron 5 diferentes, ordenados del mejor al peor.

1. DALE DALE DALE: cuando un vino gusta y tenemos ganas de volverlo a pedir. 2. METELE QUE SON PASTELES: un vino que nos gusta y deja empedarse en paz. 3. NIFUNIFA: es un vino que no nos genera ninguna reacción en ninguna neurona. 4. ASPERO COMO LENGUA 'E LORO: un vino difícil, pero cuando hay sed, no hay pan duro. 5. ESTE ES UN JUANA VIALE: todo mal. Sin expresión, con cero talento y medio mala onda.